Sí, sí, de nuevo laborando en el telemarketing. Y es que no hay otra cosa. Y el gobierno que, sea cual sea, sigue favoreciendo al empresario, ¡cachis!
Si me hubiera hinchado a Tranxiliums en Londres (o me hubiera dado tiempo a echarme un loviu). En fin, aquí se come mejor, se duerme mejor, te dan más cariño... ¿qué le puedo pedir más a la vida?
Pero, volviendo a lo de este curro... ¿cuando van a ser serios con los empleados y con los clientes? Porque a mí personalmente, con la escasa y mala formación que he tenido, realmente me da vergüenza decirle a los clientes "Gracias por confiar en V..."; y es que me llevo más de 40 minutos para resolverles dudas, ¡claro! primero me tengo que estudiar, sobre la marcha, lo que les voy a informar y luego contarselo como si me lo creyera. Y todo esto con una persona en la otra línea, mientras resuelvo mi llamada, diciendo que retome al cliente, otra que agilice la llamada, otra que me cambie el skill y yo con la mano levantada tal cual niño en colegio para que venga una señorita o un señorito que, con suerte, viene pronto y es agradable, pero si se cree que sabe mucho o que está muy por encima de ti te trata como si fueras subnormal.
En fin, ¡Qué viiiiiva Españaaa! la gente canta con amorrrrr.
jueves, 12 de noviembre de 2009
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1 comentarios:
Pues que le vamos a hacer hija, yo estoy trabajando en renfe contando la gente que se sube y se baja de un tren, asi que asi andamos.
y haciendo referencia a lo que has puesto en mi blog, tu puedes hablarme cuando te salga del almanaque.
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