A veces, cuando estoy sola, me da por pensar. Pienso en lo que tengo, en lo que soy, en lo que podría conseguir...
Muchas veces me planteo por qué me cuesta tanto trabajo relacionarme con hombres. Si la situación es natural me siento cómoda, pero si debe ser algo forzada me reprimo hasta la saciedad. Pienso que influye mi educación, mi época o mi forma de ver el mundo. Sé que debería relajarme, pero lo que para casi todo el mundo es tarea cotidiana para mí supone un salto con pértiga.
Mi deseo es conocer a un hombre con el que me sienta cómoda al mismo tiempo de sentirme atraída por él. Pero resulta muy difícil, porque a mis quince años y bastantes meses, todos los hombres (por no decir todo el mundo menos yo) vienen de vuelta de muchos batacazos, y para mí sigue siendo todo tan nuevo...
En fin, no puedo pedir más después de las pocas relaciones que he tenido y lo que me he protegido; y al final para qué, para que cuando me enamore y me decida me den el palo pero más duro porque al ser mayor mi carácter está más consolidado y menos acostumbrado a los golpes.
Bueno, espero poder contaros muy pronto mis aventuras con el género masculino, que si no fuera porque están todos tan buenos y el cuerpo de la mujer no me gusta nada... porque el carácter de ellos, por no decir su forma de comportarse, me deja mucho que desear.
Muchas veces me planteo por qué me cuesta tanto trabajo relacionarme con hombres. Si la situación es natural me siento cómoda, pero si debe ser algo forzada me reprimo hasta la saciedad. Pienso que influye mi educación, mi época o mi forma de ver el mundo. Sé que debería relajarme, pero lo que para casi todo el mundo es tarea cotidiana para mí supone un salto con pértiga.
Mi deseo es conocer a un hombre con el que me sienta cómoda al mismo tiempo de sentirme atraída por él. Pero resulta muy difícil, porque a mis quince años y bastantes meses, todos los hombres (por no decir todo el mundo menos yo) vienen de vuelta de muchos batacazos, y para mí sigue siendo todo tan nuevo...
En fin, no puedo pedir más después de las pocas relaciones que he tenido y lo que me he protegido; y al final para qué, para que cuando me enamore y me decida me den el palo pero más duro porque al ser mayor mi carácter está más consolidado y menos acostumbrado a los golpes.
Bueno, espero poder contaros muy pronto mis aventuras con el género masculino, que si no fuera porque están todos tan buenos y el cuerpo de la mujer no me gusta nada... porque el carácter de ellos, por no decir su forma de comportarse, me deja mucho que desear.
Jol ! ¿por qué pensaré tanto?
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