Manolete, si no sabes torear...

Esta mañana me encontré en la piscina de mi gimnasio nada más y nada menos que a Cuca Escribano.



Estaba nadando y alguien me dijo “mira, la chica que nada en la calle de en medio es una actriz, ¿la conoces?” y yo dije “me suena muchísimo”. La miro, la remiro y pienso que la molesto mirándola por lo que dejo de observarla y me pongo a pensar en quién puede ser, ya que me suena su cara enormemente.
Mis compañeras de natación, que como yo no están nada puestas en lo que a cine y tv se refiere, deciden ser prudentes y callar su boca hasta que tengan más datos. Pero a mí “me vino la luz”, ¡maldita sea la hora!
Decido hablarle, ya que aparte de nadar, algo que me relaja muchísimo es hablar con la gente del gimnasio, y he ahí que me refiero a ella y …… LA CONFUNDO CON OTRA ACTRIZ amiga suya.
Al principio pensé que era algo natural, pero luego pensé (SÍ, tuve que pensar de nuevo agghh) que a lo mejor le había molestado mi comentario, y quise seguir hablándole. Total que me la cruzo de nuevo, y en vez de hablarle de ejercicios, del entorno o del tiempo, ¡sí por qué no! hubiese sido mejor hablarle del tiempo…, pues es entonces cuando decido decirle que aunque no me sepa su nombre ni el de ninguna de sus películas la conozco y me suena muchísimo su cara. Es entonces cuando la actriz empieza a nombrarme títulos de películas, y yo queriendo recordar alguna y que, como ya he dicho, no tengo ni idea de cine ni de televisión jol ¡qué fracaso!
Al ver mi cara Cuca me dice, “mira, si te he dicho un montón de títulos de películas y aún no sabes quién soy…”
TRÁGAME TIERRA…
Juro por Diorrrr que nunca más hablaré de algo que no conozca, o al menos procuraré preguntar antes de afirmar.